sábado, 26 de marzo de 2011

Capítulo 3.


De repente el instrumento que tenía en las manos empezó a pitar, lo entendía hasta que me i cuenta de que lo había conectado y funcionaba
y eso significaba que...
-¡Corred!-grité mientras que corría a la gasolinera-¡Corred, deprisa!-seguía gritando observando como corrían y cogían todo lo que podían.
Si cierto estaba angustiado, me gustaba pelear pero odiaba que nos cogieran por sorpresa.
-¿Cómo cojones lo sabes?-me preguntó Gerard mientras corríamos hacia el coche.
-Luego os lo explicó-me pare para que Grace me alcanzara, ya que se había quedado un poco atrás, y la cogí en brazos-tu arranca el maldito coche.
Nos montamos en el coche a la vez que Gerard lo arrancaba.
Los draculoides montados en las motos ya se veían detrás nuestra.
-¡Mierda, joder!-blasfemó Gerard desde los asientos de delante.A el también le gustaba pelear pero no le hacía gracia cuando estábamos con Grace.
-¡Hey enano porque no sacas tu juguetito!-me dijo Ray con una sonrisa enseñando en su mano muchísimas recargas de bazuca.
Le contesté con una sonrisa y le quité las recargas de las manos.
Me deslicé por el techo del coche dejando ver mi cabeza por encima de este.
-Hey Grace y si me pasas a mi amiguito-ella sonrió y cogió el bazuca.
Hizo ademán de pasármelo, yo por mi parte lo cogí junto con ella y la subí conmigo.
-¡Iero que coño estas haciendo baja a Grace hay ya!-me gritó Gerard que no podía moverse ya que estaba conduciendo.
No le hice caso y comencé a explicarle a Grace como utilizar el bazuca.
-Mira primero debes de ponertelo en el hombro y a través de el puntero-lo señalé-apunta a una de las motos.
Apunto unos segundos y disparó, me quede con la boca abierta cuando me di cuenta de que había acertado de pleno.
-¡Toma!¿Has visto enano?-dijo muy ilusionada.
-Pues claro que puntería pequeña.Anda baja antes de que a Gerard le de un infarto.
La ayudé a que bajara a los asientos mientras escuchaba como Gerard decía algo de que me iba a matar, no le di demasiada importancia, y Grace no paraba de reirse.
Verdaderamente la bajé también por miedo, desde que pasó lo de Bob ninguno volvimos a ser los mismos.
Bob era de los killjoys más veteranos como Gerard, era un chico rubio con los ojos increiblemente azules.
Bueno el caso es que un día lo capturaron de imprevisto mientras los demás dormíamos, luego nos enviaron un vídeo mostrando como lo mataban y nos decían que que todos sufriríamos lo mismo si no nos rendíamos, desde entonces no me lo pasaba como antes en las misiones.
Seguí disparando a los draculoides asta que no hubo ni uno más en pie, bajé a los asientos esperando la bronca que me iba a caer por parte de Gerard.
-¡Bien hecho Frankie ni siquiera los años te quitan esa perfecta puntería!-me alagó Mikey mientras todos los demás reíamos, excepto Gerard que se veía muy serio, jamás lo había visto así.
Sabía que me iba a caer una buena cuando llegásemos a casa.
Durante el camino Grace se quedó dormida al igual que yo.
Me desperté viendo el teche de la cafetería, era de noche ya que estaba muy oscuro, lo que me extrañó fue que el teche se movía o más bien yo.
Miré a mi alrededor y me di cuenta de que estaba en brazos de Gerard el que miraba al frente para no tropezarse.
-Gerard...-le iba a pedir perdón por lo de Grace sabía que le había molestado mucho.
_Sshh sigue durmiendo ya casi hemos llegado a tu cama.-dijo sin mirarme a la cara.
No quise desobedecerle solo empeoraría las cosas, así que volví a cerrar los ojos y lo único que sentí fue como alguien me tapaba, Gerard.
Al día siguiente me desperté sin ayuda de nadie, nada más despertar pensé el lo que había pasado Gerard y eso me ponía de los jodidos nervios.
Me levanté y fui a la sala donde nos reuníamos, no había nadie, pensé que me habían dejado solo pero me extrañó mucho.
Fui a la habitación de Mikey, Grace estaba en la mía aún dormida, él estaba dormido.
Sería posible, de los mierda de nervios de lo que pasaba con Gerard no me habían dejado dormir, dios como odiaba que pasarán esas cosas.
Fui a la habitación de Gerard, estaba aparentemente dormido así que me acerqué un poco más para asegurarme.
-Si estoy despierto Iero-del susto pegué un pequeño brinco.El seguía enfadado ya que me llamó Iero, eso solo lo hace cuando estaba enfadado.
-Mmm...¿Gee podemos hablar un momento?-mostré en mi cara lo arrepentido que estaba, pero no valía de nada ya que ni siquiera me estaba mirando, solo miraba la parte de abajo de la cama de arriba de la litera en la que dormía.
Estaba tapado hasta la cintura junto con una camiseta amarilla gastada.
-¿Para qué?¿Para que te disculpes, yo imbécil te perdone igual que siempre y tal vez mañana lo vuelvas a hacer?-en su tono de voz se notaba el enfado, por lo menos ya me miraba y estaba sentado destapado completamente dejando ver unos pantalones cortos de color negro.
Yo Gee... no tengo excusa, lo único que puedo decir es que lo siento mucho, que solo lo hice porque Grace me lo estaba pidiendo durante una semana y sabes que no puedo resistirme, igual que tu, porque si Grace te pide el culo el culo le das tu y yo...lo siento-me fui acercando a su cama hasta estar frente el y agacharme para poder mirarle a los ojos.
El me miró durante unos segundos.
-Frank no entiendes nada,-suspiró-¿qué hubiese pasado si uno de esos tíos me hubiese venido por delante, no lo hubiese podido esquivar. lo atropello y se sube al capo y te lleva a ti y a Grace?-empezaron a salir las lágrimas de sus ojos.
No me lo podía creer.Jamás, repito JAMAS había visto a Gerard llorar, ni siquiera cuando pasó lo de Bob.
-Pues que te hubiesen matado a ti también y yo... yo no podría..-terminó echándose a llorar sobre mi hombro.
-Gerard lo siento yo no quería... lo siento perdóname, jamás lo volveré a hacer, lo siento en serio yo no sabía que...-me quedé mudo, yo también estaba llorando.
Me quedé petrificado, viendo a Gerard llorar mientras también notaba como las lágrimas corrían cada vez más rápido por mi cara.
Yo no sabía que Gerard tuviese tanto miedo a que nos pasara algo después de ser el único que no lloró en el pequeño homenaje a nuestro hermano Bob.
Abracé a Gerard con todas mis fuerzas lo que me obligó a meterme prácticamente en la cama con el.
Al cabo de cinco minutos Gerard separó su cara de mi hombro, apoyando su frente contra la mía de manera que nos pusiésemos mirar a los ojos.
-Yo lo siento mucho, no debí de haber reaccionado así.-dijo mientras sonreía y se sorbía la nariz.
-Gerard no puedes hacer eso, tienes que expresarte como todo el mundo, no contenerlo hay-posé mi mano en su pecho-como si fueses un maldito robot.
Gerard me sonrió, al menos eso significaba que me perdonaba.
-Mmm... bueno, ¿me perdonas bicho de pelo rojo?-dije sin apartar mi cara de enfrente de la suya.
-Claro pequeño-acto seguido de decirme eso me besó, era un beso normal hasta que su lengua repasó mi labio inferior con dulzura,eso me extrañó pero no le di importancia.
Nos separamos al oír un ruido de unos pasos. Al cabo de unos segundos apareció Grace.

No hay comentarios:

Publicar un comentario